domingo, 30 de mayo de 2010

Las islas vendidas


En la primera entrada de este blog describía que en el desastre de 1898, España, no sólo perdía Cuba, Puerto Rico y Filipinas, sino también la isla de Guam.

Sin embargo, ahí no queda la curiosidad de esa historia. La isla de Guam pertenece al archipiélago de las Islas Marianas y, aunque en general no se sepa, España mantenía la soberanía del archipiélago después del tratado con Estados Unidos.

Pero, ¿qué fue de esas islas?

Las Marianas fueron descubiertas por Federico de Magallanes en 1521 en la expedición que posteriormente fue la primera en dar la vuelta al mundo. En esa expedición, los nativos de las islas y los españoles sufrieron lo que se dice un malentendido (mientras los españoles creían que les ofrecían comida y agua, los nativos estaban comerciando) que provocó una refriega y la salida precipitada de los españoles. Pero ya las puso en el mapa y en 1667, España las reclamó, poniéndole un nombre que no hace referencia la Virgen María, sino a Mariana de Austria, esposa del rey Felipe IV.

Las islas se mantuvieron bajo soberanía española tras la independencia de las colonias y después del desastre de 1898, pero tras la pérdida de las Filipinas y, sobre todo, tras perder la flota que las defendía, las islas Marianas se hacían indefendibles y no era una época precisamente tranquila, así que el gobierno español, decidió sacar partido y, al menos sacar un dinerillo por ellas.

Había un país deseando tener colonias en esa zona del mundo y ése era Alemania, así que no fue complicado llegar a un acuerdo (España no tenía mucho poder para negociar, así que tampoco fue un pacto complicado). En febrero de 1899 se llegó a un acuerdo: 25 millones de pesetas por la venta de los archipiélagos de Las Marianas y Las Carolinas, exceptuando, evidentemente, la isla de Guam.

El tratado constaba de 4 puntos, entre los que se mantenían el respeto a las órdenes religiosas españolas, se garantizaba el trato a los intereses agrícolas españoles, se aceptaba un depósito de carbón para la armada española y se acordaba el precio que antes he mencionado.

Fue firmado por Francisco Silvela en febrero de 1899 y ratificado por la reina regente Mª Cristina ese mismo año.

En ese tratado ya España cedió todas sus colonias, salvo las africanas.

Eso sí, curiosidades de la historia, evitó la entrada de España en la Primera y, sobre todo, Segunda Guerra Mundial. Algo es algo.

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